
No podemos evitar estar emocionados y agotados al mismo tiempo. Basta con trabajar y apoyar la campaña, pero al mismo tiempo hay que protegerse de toda la desinformación, la venganza y los anuncios de odio en la televisión y en las redes sociales. Es exagerado!! Nunca antes del actual oponente había visto una campaña política en este país tan corta de gracia, civismo y compasión. Podría ser aterrador y desarmante si te dejas superar y absorber la locura. Lo bueno para nosotros es que cuanto más bajo es el estándar de su discurso, más profundas, inteligentes y civilizadas se vuelven nuestras interacciones. No queremos vibrar a ese nivel.
No queremos tener que arrepentirnos de nuestras palabras, hechos y acciones. Queremos compartir nuestras ideas y políticas para el futuro. Queremos tener conversaciones abiertas, civilizadas y contemplativas con resultados agradables y colaborativos. Como ha dicho Kamala: “¡No tiene por qué ser así!”. No tiene por qué ser un liderazgo divisivo y autocrático. Todos necesitan un asiento en la mesa para garantizar que haya una representación justa y equitativa. Podemos ser un país increíble al que se le ha dado la oportunidad de invertir los unos en los otros y de trabajar hacia la visión de nuestra Constitución. Por lo tanto, seguimos “hablando con el ejemplo” y “predicando con el ejemplo”, para que el mundo sepa que estamos de vuelta en el camino como una nación en evolución de personas que trabajan juntas, sin importar qué, ¡lo conseguimos! Por lo tanto, durante los próximos 4 días estamos llamando a todos los guerreros de oración de todo el planeta para ayudar a nuestro equipo: ¡Kamala y Tim a ganar! ¡Ganar! ¡Ganar!
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