“Gran Espíritu”,
Hoy venimos a ustedes con fe en su capacidad de hacer llover justicia, paz, amor, compasión y unidad para nuestro país. Le pedimos con humildad y gracia que bendiga a nuestros candidatos demócratas en esta contienda y los mantenga a salvo de todo el odio y el racismo que plaga a este país como una enfermedad de la mente y el espíritu de aquellos que han perdido su sentido de discernimiento y la realidad de la división que nos separa unos de otros.
Guíanos, guíanos a lo largo de este viaje caótico para restaurar el alma de nuestro país y el alma de la humanidad. ¡Este es quizás uno de los días más críticos en la historia de nuestro país! Te necesitamos cada hora, en cada lugar, donde estemos corriendo esta carrera. ¡No permitas que desfallezcamos de corazón porque tú harás tu parte para sacarnos de este período de oscuridad y mala voluntad a un lugar donde podamos decir: “La paz esté quieta”!
¡Ashé! ¡¡Ashé!! ¿Ashé!! ¡¡¡¡Amén!!!!

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