
Queridísimo “Gran Espíritu”,
Venimos a ti con humildad y con gran anticipación de cómo siempre acudes en nuestra ayuda para guiarnos, nutrirnos y protegernos en el viaje de nuestra vida. Nos damos cuenta de que siempre responden a nuestras oraciones, pero que responden a su manera, con su sabiduría para nuestra experiencia de vida, y siempre a tiempo. Danos la paciencia para “esperar en ti”, “confiar en ti” y entender que siempre harás por nosotros lo que sea mejor para nosotros. ¡No te sientas ansioso ni temeroso de que tus oraciones no sean contestadas! Mantente firme en tu fe y en tu relación con el “Gran Espíritu”. Es un caminar en la fe que debemos tomar para vivir nuestra vida divina y cumplir nuestro propósito divino. Debemos vivir en un espacio de paz y gratitud sabiendo que todo está bien con nuestra alma y que nuestra vida está en el orden divino correcto.
¡Ashé! ¡Ashé! ¡Ashé! ¡Amén!
Leave a comment