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¡Los niños viven preparados para la maravilla de la vida!

¿Estamos haciendo “Preparación” en nuestras vidas para el “Adviento”?  ¿Estamos dedicando tiempo y espacio en nuestras vidas para estar “preparados” para vivir una vida que celebre la maravilla y la belleza de lo que la vida tiene para contener, así como fortalecer nuestra fe y nuestro desarrollo de carácter para afrontar los retos que la vida nos presenta?  Adviento, del latín “adventus”, significa “Viene”!

El Adviento en la fe cristiana se define como: “El Adviento es el periodo de preparación para la celebración del nacimiento de Jesucristo en Navidad y también de preparación para la Segunda Venida de Cristo.” Normalmente se celebra del 24 de noviembre al 24 de diciembre, pero sostengo que nunca es demasiado tarde para establecer y actuar según la intención de la “Preparación”.

Creo que esta celebración del “Adviento” puede adaptarse como un “principio para la vida” en todas nuestras vidas.  Toda la energía intencionada de prepararse para la llegada de un acontecimiento que cambia nuestra vida puede traernos los regalos más magníficos.  El proceso de “preparación” en sí mismo nos saca de nuestra rutina diaria para adentrarnos en un espacio ritual.  Hay emoción, entusiasmo y anticipación que se absorben en nuestro ser y luego se expresan en nuestras acciones.  Estoy muy entusiasmado con lo que representan para nosotros las posibilidades de este periodo de “Adviento” y lo que podemos llevarnos para potenciar la vitalidad, el propósito y la calidad de nuestras vidas.

En retrospectiva, con lo que estamos enfrentando a nivel global, este regalo del “Adviento” nos permite reevaluar lo esencial en nuestras vidas y cómo podemos rediseñar no solo la textura de nuestras vidas, sino una nueva forma de vivirla.  Ahora podemos ver claramente los elementos de nuestra vida de los que pensábamos que no podríamos prescindir y descubrimos que tuvimos que tomar decisiones diferentes o adaptarnos a hacer las cosas de forma distinta.  Pasábamos más tiempo con nuestras familias en nuestras pequeñas burbujas.  Pasamos más tiempo implicados con nuestros hijos.  Quizá hacer videollamadas con la familia y amigos nos hizo tener un contacto más rutinario que nunca.  Tuvimos una implicación más práctica en el contenido curricular educativo de nuestros hijos y en las modalidades de enseñanza.  Se podría decir que aprendimos a enseñar a nuestros hijos.  Simplemente aprendimos a sobrevivir y ahora, si reflexionamos sobre este “Adviento”, quizá podamos construir un estilo de vida que nos permita prosperar.

Estoy ilusionado por abrir, a través de este periodo de “preparación – Adviento”, una “nueva forma de vivir” para que mi vida se sienta más en casa conmigo y me aporte una sensación de paz y alegría arraigadas a pesar del caos que pueda estar ocurriendo a mi alrededor.  El periodo de hibernación me ha dado tiempo y espacio para vivir de forma diferente, y nunca quiero volver al ajetreo y al estrés de un estilo de vida que me aleja de disfrutar de mi vida, de mi familia, de mis amigos y de nuevos horizontes. ¿No quieres que la emoción de la vida se renueve en tu alma?  ¿No quieres sentirte empoderado para hacer los cambios que necesitas para sentirte feliz, sano y completo?  Podemos hacerlo como individuos y como comunidad colectiva de personas que entienden y abrazan los principios del “Adviento”.

¡Empecemos la “Preparación” para la llegada de una nueva experiencia vital!”